El comienzo...
Al cerrar calló, permaneció en silencio durante horas, recorrió sus momentos poco a poco y volvió al comienzo de los tiempos.
Trató de comprender tantos misterios que el corazón dejó de latir, cegó por el momento sus instintos y se entregó a esa oscuridad sin preguntar nada en absoluto.
Al cerrar calló, no murió aunque eso parezca, no perdió ni se rindió, tan solo fué libre de elegir entre la lucha y el descanso, no hizo otra cosa que comenzar.
Cuando miró sus manos sonrió, pero fué leal a su pacto, su pacto de no hablar, su pacto de no decir lo mucho que deseaba tener otras extremidades, unas fuertes y grandes que pudieran proteger todo lo que amaba, que pudieran envolver y envolverla.
Al cerrar calló... y lo hizo para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario