Ser bueno es ser leal, consecuente, conciliador, es recapacitar, reflexionar y arreglar, o al menos no volver a cometer las mismas mierdas que asumes como tales, ser bueno es no hacer daño intencionadamente, cuidar y cuidarte, amar y amarte, ser bueno es ser tú sin maldades insanas, es ser imperfecto, tener altibajos, ser incoherente, cambiar de opinión, meditar, informarte, conocer y desconocer, ser bueno es SER sin oprimir o coartar que el resto sea.
Tú eres bueno, eres mágico, jodidadmente inquieto y tiernamente loco, tú mereces vivir, estar, sonreír cada día y probar suerte, de nuevo, sin los miedos de antaño ni las pésimas decisiones, mereces tu espacio, tu tiempo, ese que perdiste entre sombras por querer llegar rápido a lo material (eso que va y viene y que ya aprendiste de sobra, que ni es medio ni fin, sino solo algo puntual para conseguir 'cosas') mereces amor, cariño, compañía, mereces oportunidades, mereces salud.
Ser alguien bueno no nos libra de desgracias, pero ayuda a valorar nuestro paso por esta horrorosamente bella existencia.

Te quiero, mi sangre.
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