No te pareces a un reptil, la frialdad no te funciona conmigo, pareces un anciano cuando amas, salpicando de paciencia mi destino.
No te pareces a nadie, clonarte nunca será objetivo, pareces tan cuerdo en tus cariños que la demencia de tus labios trae olvido.
No te pareces a mí, aunque bebamos juntos la vida, pareces ese grito que deseo y la luz que le falta a mis caricias.
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