El amor sin ternura es puro afán de dominio y de auto afirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.

Fernando Savater



domingo, 5 de junio de 2011

¿¿¿Vivir aventuras????...



Se puede afirmar, sin temor a la indignación, que en los tiempos que corren, es cada vez mas improbable toparse con una aventura. 
Lo imprevisto, extraño, novedoso, lo misterioso parece que no sucede 
La gente sale de su casa cada mañana esperando algo, y buscando, como decia Whitman "algo pernicioso, temible, algo incompatible con una vida mezquina, algo desconocido, algo absorvente desprendido de su anclaje y bogando en libertad" 
Pero la búsqueda siempre es inútil y casi todos los hombres en el ocaso de sus vidas, confiesan  "nunca he vivido una aventura".

La actual civilización parece de alguna forma pre-formulada, predestinada para que no ocurran estas oportunidades de embarcarse a lo desconocido. Porque en realidad lo desconocido trae aparejado el temido riesgo y pocos son los que quieren arriesgarse. 

Parece un estandarte de esta civilización la seguridad, toda la tecnología que nos rodea, de alguna forma u otra, está destinada a esa tarea, a evitar los imprevistos "Las cerraduras, los telefonos, los plazos fijos, los métodos anticonceptivos, las agendas, los botones,  los semáforos, las alarmas" 

Pero no hay que quedarse en este estado, tenemos que dejarnos caer en la tentación de vivir una, aunque sea una corta aventurita. 
No hay que pensar que las aventuras tocaran nuestra puerta, de nada sirve esperar viendo televisión o los domingos mirando vidrieras o sentados en el porche de tu casa. 



"Uno tiene que crear los sucesos extraordinarios que darán vida a estas aventuras". 



Cuando hablo de aventuras no me refiero a vivir una cruzada al estilo Ethan en Misión Imposible, o El Fugitivo.....Más bien aventuras cotidianas, sencillas, esas que no vemos, que pasamos por alto, asi como los niños tratando de averiguar hacia donde van las hormigas y como será su vida abriendo el hormiguero, o cuando desean como locos subirse a la montaña rusa donde no les dejan pasar por falta de altura, aventuras sencillas, locas, arriesgadas, como intentar ver al vecino escondido en su cotidianeidad sin caerte por la cornisa. Vivamos la aventura de amar, de confiar, de entregar, de decir lo que pensamos sin fingir, sin cerrar nuestras opiniones y limitarlas a un...." Si, estoy de acuerdo"... cuando realmente no lo estamos.


Aventurémonos a movernos en la dirección que deseemos......