El amor sin ternura es puro afán de dominio y de auto afirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.

Fernando Savater



martes, 24 de junio de 2014

El 'Tic Tac' del pensamiento.


Noches elegidas al azar, en un devaneo arriesgado de marcar tu autonomía, noches que pasan a ser rutina horaria y cita obligada pasado el umbral de lo exigible.

Rondan palabras, fluyen ahogadas llamadas de socorro que se plasman tecla a tecla al compás inquebrantable del 'Tic Tac', ese sonido que marca y recuerda que no hay marcha atrás ni corrección posible.

Escudriñas y estrujas cada neurona como si de un cítrico se tratase, empeñado tozudamente en esa apuesta unilateral a la que retaste al destino, noches imposibles de eludir que se convierten en tumba abierta sin escondites secretos.

Se pasean frases con pausas eternas, se agolpan en la frente del desdén ideas que no llegan a exhalar su último sentido, rescatas a cada golpe una escasa porción de vida.

El 'Tic Tac' del pensamiento, fiel parca de tus días, de tus noches... obligadas sin azar.








Amantes de humo...



De humo como las palabras, como las promesas, de humo como los cuentos inventados por personas faltas de aventura... De humo, como los amantes.

De humo fué aquella historia, su mundo, amantes de humo fueron, amantes de temporada, o temporadas. Amantes que pasaron a ser compañeros, como en tantas realidades y rutinas, que pasaron a ser cómplices de un dia a dia sin sentido, de un camino común pero forzado, amantes de humo sin nada que decir, con todo por contar.

De humo los sentimientos que tragaron cada instante, las opiniones, los gestos, las ganas... ay las ganas, las de volar a otros mundos, las de escapar de la tortura del cariño imaginado, ansias y anhelos de coronar metas, que individualmente, nunca unidos, hacían que su cárcel fuera llevadera.

De humo los momentos en los que una caricia marcaba un comienzo que siempre terminaba en sopor, de humo los besos de reloj que duraban milésimas seguidos de un 'Hola' o un 'Chao'. De humo los saludos cordiales frente a extraños, y no tanto, que aparentaban... y sólo eso, una extrañamente armónica normalidad.

De humo fué aquella historia, plagada de falacias, de duelo y regresiones del pasado.


De humo los amantes que solo vieron pasar el tiempo, sin vivirlo... sin vivirlo.