El amor sin ternura es puro afán de dominio y de auto afirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.

Fernando Savater



viernes, 11 de julio de 2014

Verdades...


Y entre tanto sonrío, 
con cada paso que dais,
y ya siempre olvido el tiempo,
solamente porque estáis.





Hagamos algo...

Júrame un beso con las yemas de los dedos,
sedúceme olvidando que me tocas,
recorre mi pasado sin su hielo
y canta sin pudores cada nota .

Muerde sin presión cada estocada,
finge las certezas de esta loca,
memoriza cada lado de la cama,
y juguemos para ver quien se equivoca...


Nadie mas que él...

Hablando de tópicos (que no son lunarcitos pequeños dichos en esdrújula), de actitudes humanas, reacciones habituales de los que todos renegamos, amores nuevos que no aman, cariños viejos que repasan por costumbre, obligaciones que no existen y de bolsillos rotos sin remendar, se encontró a sí mismo un buen día... pero SOLO.
Tampoco hacía falta más compañía, al fin y al cabo aquello de transitar los pasillos de su sesera no fué nunca un trabajo de equipo. Quería entender tantas cosas que terminaba siempre volviendo al mismo jodido rincón, aquel donde un gran palo de madera repleto de flechas con nombres semi borrados indicaba el lugar correcto al que acudir. ¿Cómo saberlo?, sencillamente imposible, o improbable.
Indagó, investigó, recorrió callejuelas ocultas, caminos bañados por recuerdos... y nada, de nuevo al mismo rincón, empezaba a considerar la opción del abandono hasta que en una de las flechas advirtió algo raro.
- ¿Esto pone 'Olvido'?
Sí, así era, siguió la dirección correcta y llegó a su destino, no era más que otro rincón, pero no igual que el anterior, era un rincón lleno de luz, el 'rincón del olvido', ese donde abandonar sin miedos lo pasado, era el rincón final. Allí dejó todo, temores, recuerdos, emociones vividas, amor. Liberó sus cargas y se fué, esta vez con una calma inexplicable, bella.
Dejó todo y volvió a empezar, sin mentiras, sin falsas actitudes, sin posturas condicionadas por sentimientos ajenos, volvió a empezar solo, como estuvo siempre, no se dejó atrapar por el amor, ni por el dolor... simplemente anduvo con respiración pausada y una sonrisa en la frente como bandera.