El amor sin ternura es puro afán de dominio y de auto afirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.

Fernando Savater



viernes, 7 de noviembre de 2014

A tí... my loving blood.

Ser alguien bueno no nos salva de las catástrofes involuntarias, ser bueno no te aporta una coraza que te libra de todo mal, ser bueno no es ser alguien que no comete errores, que no se equivoca o 'la caga', ser bueno no es ser siempre justo, no es ser correcto ni sano.

Ser bueno es ser leal, consecuente, conciliador, es recapacitar, reflexionar y arreglar, o al menos no volver a cometer las mismas mierdas que asumes como tales, ser bueno es no hacer daño intencionadamente, cuidar y cuidarte, amar y amarte, ser bueno es ser tú sin maldades insanas, es ser imperfecto, tener altibajos, ser incoherente, cambiar de opinión, meditar, informarte, conocer y desconocer, ser bueno es SER sin oprimir o coartar que el resto sea.

Tú eres bueno, eres mágico, jodidadmente inquieto y tiernamente loco, tú mereces vivir, estar, sonreír cada día y probar suerte, de nuevo, sin los miedos de antaño ni las pésimas decisiones, mereces tu espacio, tu tiempo, ese que perdiste entre sombras por querer llegar rápido a lo material (eso que va y viene y que ya aprendiste de sobra, que ni es medio ni fin, sino solo algo puntual para conseguir 'cosas') mereces amor, cariño, compañía, mereces oportunidades, mereces salud.

Ser alguien bueno no nos libra de desgracias, pero ayuda a valorar nuestro paso por esta horrorosamente bella existencia. 

Dicen los entendidos que te irás pronto, pero ahora estás. Yo no sé hasta cuando habitaré este traje de piel, así que nuestra única diferencia es que tu conoces una causa con nombre propio y fecha aproximada de vencimiento. Mereces más, mereces la duda, la ignorancia y la sorpresa, mereces tu mente libre de temores. No los tengas, porque hacemos el mismo camino, y yo... yo seré siempre tu compañera.


Te quiero, mi sangre.





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