De utopías y milagros......Un trabajo en estos tiempos.

Sobra decir que el encontrar un trabajo digno y bien remunerado es más parecido a cualquier capítulo de la saga de Harry Potter que a la realidad.
Todo lo que puedo encontrar por la red gira entorno a repartir curriculums a diestro y siniestro a través de páginas de búsqueda de empleo, asi como por la calle a negocios y empresas, vaya...una entrega desesperada de celulosa impresa con detalles de nuestro pasado.
Esto es casi lo único que podemos hacer, aparte de plantearnos abrir un negocio propio, cosa que sin un remanente de ahorro o préstamo bancario es imposible realizar, y dado que lo ahorros ya los gastamos para cubrir los gastos que no podiamos afrontar sin empleo y que el banco no nos dá ni la hora porque no tenemos la tan ansiada nómina, la opción del negocio desaparece como la leche de nuestra nevera en las mañanas.
Es asi como solo nos queda la búsqueda de la oportunidad en el reparto psicótico de curriculums, la rapidez y celeridad de ver la oferta recién publicada y marcar el teléfono o salir corriendo a la calle hacia el lugar en cuestión a poner nuestra mejor cara e inventar experiencia reciente de donde no la hay para conseguir nos acepten unos minutos más y vean en nuestros ojos la deseperación mas rabiosa y se apiaden, ya no es que nos valoren, esto se ha convertido en piedad sin más.
Un trabajo en estos tiempos es un lujo que pocos tienen y que muchos ansían, un trabajo en estos tiempos es como un vaso de agua helada después de una maratón interminable.
No obstante no debemos desesperar... siempre nos quedará el retorno a lo clásico, prescindiendo de los lujos como el papel higiénico (habiendo agua se lava uno y ya), la pasta dentífrica (frótese usted con el dedo y un poco de jabón y no se queje tanto), las servilletas ( ¿¿donde quedó lo de limpiarse la boca con la manga de la camisa hombre???), bueno y así suma y sigue, podría mencionar muchisimas.
Asi que no cojan lucha ni pierdan la cordura que todo tiene arreglo.


Un trabajo en estos tiempos, ¿para qué?......Regresemos al trueque, tu dame que yo te lo cambio.